Esta es una forma muy bonita de hacerle una dedicatoria a alguien querido, sea para padres, para abuelos, para hermanos o para los amigos de clase de los peques.

La actividad manual consiste en crear estas maravillosas mariposas con un mensaje especial, para que las tenga de recuerdo aquella persona a quien va dedicada y sacarle una sonrisa de oreja a oreja cada vez que las vea.

Para preparar una mariposa dedicada necesitaremos un objeto pequeño cilíndrico vacío que ya no usemos (ideal si es de cartón como, por ejemplo, una bobina de hilo vacía), cartulinas de los colores que queramos utilizar (podríamos combinar nuestros colores favoritos con los colores favoritos de la persona a la que va dedicada la mariposa), rotuladores también de diferentes colores, papel de regalo que tengamos por casa y limpia pipas.

Para vestir de colores el cuerpo de nuestra mariposa, envolveremos el tubo cilíndrico con un papel de regalo que tenga colores alegres y divertidos.

En uno de los extremos del «cuerpo»  de nuestra mariposa pegaremos dos trozos de  limpia pipas, los cuales harán de antenas, y así tendremos la cabeza lista. 

Para las alas, recortaremos cartulinas de colores en forma de alas (como si fueran corazones), las pegaremos al cuerpo de la mariposa y con rotuladores de colores podemos acabar de decorarla. En la parte de arriba de las alas podemos escribir el nombre de a quién va dirigida nuestra mariposa especial y el nombre del que la ha creado.

Es un bonito detalle que, además del trabajo manual y la ilusión por la dedicatoria,  hará que los peques trabajen la motricidad fina, la creatividad, la coordinación óculo-manual y sobre todo la educación emocional, ya que el objetivo de estas mariposas dedicadas es mostrar afectividad a alguien querido al regalarle esta preciosa manualidad.