Los platos de plástico sirven principalmente para comer, aunque también podemos encontrarles otras funciones creativas como la de recortarlos y decorarlos de cierta forma para que se transformen en otras cosas, en este caso en un conejo.

Para preparar este divertido conejo necesitaremos dos platos blancos de plástico, témperas o rotuladores, algodón, ojos móviles, pegamento, tijeras y cartulina del color que queramos.

En primer lugar, colocaremos un plato en una superficie, que hará de cara del conejo. A continuación, le pegaremos ojos móviles y le haremos la naricita pegando algodón blanco y rosa debajo de los ojos. Para hacerle la boca pegaremos un trocito alargado de algodón rosa o la dibujaremos con rotulador.

Con cartulina del color que queramos podemos recortarla en forma de pajarita y pegarla en la parte inferior del plato.

Para hacerle las orejas al conejo, recortaremos un segundo plato de plástico justo por la mitad para que las orejas sean iguales, y las pegaremos por debajo del plato que hace de cara. En las orejas podemos pegarle algodón rosa o pintar una determinada zona con rotulador rosa para crearles profundidad. Al dividir el plato que hace de orejas en dos partes iguales y separarlas un poco entre ellas, los peques estarán trabajando el concepto de simetría.

Y ya tendremos un conejito blanco muy divertido para decorar la casa o el aula.

Fuente de imagen: Pinterest